TALITA
KUMI
“Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto
y a los que lloraban y se lamentaban mucho.
Y entrando, les dijo: ¿Por qué hacen alboroto y lloran?
La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él.
Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña,
y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
Y tomando la mano de la niña, le dijo:
Talita kumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.
Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años.
Y se espantaron grandemente”
Marcos
5:38-42
El rollo original está en Griego, pero la palabra a la que se hace
referencia es “Talitha” la cual viene de:
טָלֶה talé
que en arameo y hebreo es
“cordero” “oveja”.
Había otras formas para referirse a la niña, pero Yeshúa escogió
la forma más tierna para referirse a ella, llamándola:
“Corderita”
La palabra “KUMI” en arameo es “Levantate”
muy parecida al hebreo:
“KUMA” קוּם
que es:
“Levanta” “Alza”
Según la costumbre hebrea, era común envolver a los muertos
en un TALIT, el cual es un Manto de oración.
En el hebreo vemos como las palabras que tienen la misma raíz
suman para dar profundidad al relato.
Yeshúa le dice:
“Talita kumi” “Ovejita levántate”
y también visto de otra manera:
“Alza tu Talit” porque ya no estas muerta,
ahora
tienes vida.
Leyendo un poco atrás de este pasaje, vemos que Yeshúa acababa
de sanar a una mujer que padecía flujo de sangre (estado de impureza)
que padecía desde hacía 12 años y buscaba sanidad:
"Allí estaba una mujer que desde hacía doce (12) años
padecía de hemorragias"
Marcos 5:21-34
Y ahora también sana a una niña de 12 años de edad.
¿Coincidencia?
12 Tribus de Israel en estado de impureza,
con vida pero muertas espiritualmente.
2 Casas:
“Juda” o Reino del Sur (2 tribus)
“Israel/Efraín” o Reino del norte (perdidas entre las naciones)
y
“Talita” que significa “Oveja, cordera”
“También tengo otras ovejas (casa de Israel en el exilio)
que no son de este redil (casa de Judá)
aquéllas también debo traer,
y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”
Juan 10:16
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy VIDA eterna; y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará de mi mano”
Juan 10:27-28
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