¿A QUIÉN ATACA EL LEÓN?

 



¿A quién ataca el león?

 

Los leones atacan al animal enfermo, al más joven y al solitario…

aquél que está separado de su manada y se vuelve presa fácil. 

 

Antes de que un león ataque, primero se toma su tiempo para estudiar 

y observar bien a la manada, para entonces, 

ir a la segura sobre aquellos que están solos o desprevenidos

 y no verán venir su ataque.

 

Pedro nos advierte que el adversario se comporta como un león 

cuando escoge a su presa:

 

“Sean prudentes y manténganse despiertos,

 porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, 

anda buscando a quien devorar”

1 Pedro 5:8

 

¿Cuándo nos encontramos débiles?

 

Cuando dejamos de leer la Palabra, cuando perdemos comunión 

con nuestro Padre, cuando dejamos de orar, cuando permitimos que malos 

pensamientos o tentaciones se comporten como "las aves" buscando

hacer su nido en nuestra cabeza, hasta que al final pongan sus huevos… 

y casualmente, durante este tiempo, también solemos perder

 contacto con nuestra familia de la fe.

 

Algo que me llama la atención, es que las manadas están consientes 

de que sus crías son presas fáciles para los leones,

 por lo que constantemente están al pendiente de ellas,

 no dejándolas solas y procurando que no se queden atrás.

 

“También les encargamos, hermanos, que reprendan a los 

indisciplinados, que animen a los que están desanimados,

 que ayuden a los débiles y que tengan paciencia con todos” 

1 Tesalonicenses 5:14 (DHH)

 

Entonces, tenemos que ser perceptivos con nuestros hermanos de la fe

y también cuando nosotros mismos nos sintamos débiles, apáticos,

 venga alguna tentación o se presente alguna situación que nos distraiga

 de la Palabra y de la oración… 

Es cuando somos vulnerables, porque bajamos la guardia.

 Así que, no dejemos que el tiempo pase, oremos y muy importante:

 Pidamos apoyo en oración, 

que al Padre realmente le agrada cuando nos cuidamos

y oramos los unos por los otros.

 

"Confiesen sus ofensas unos a otros, y oren unos por otros, 

para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede mucho" 

Santiago 5:16

 

“Velen y oren, para que no entren en tentación; 

el espíritu en verdad está dispuesto, pero la carne es débil” 

Mateo 26:41

 

“Velen, pues, en todo tiempo orando para que sean tenidos

 por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, 

y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”

 Lucas 21:36

 

“Mas el fin de todas las cosas se acerca,

 sean, pues, sobrios, y velen en oración”

1Pedro 4:7


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