SUELTA TUS PREOCUPACIÓNES


Una anécdota para nuestra reflexión:


Un profesor, sosteniendo un vaso de agua 
en su mano, preguntó a sus alumnos:


-¿Cuánto creen que pese este vaso?


Las respuestas variaron entre los 200 y 300 gramos. 

A lo que el maestro comentó:


-En realidad, el peso no es importante, sino el 

tiempo que yo pueda sostenerlo en mi mano. 

Puedo sostenerlo varios minutos sin problema,

 pero después de una hora, mi brazo comenzará

 a cansarse, si lo sostengo un día, es probable 

que mi brazo se entuma y paralice de dolor. 

Mientras tanto, el peso del vaso no cambia,

 es siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo 

lo sujeto, más pesado y difícil de soportar se vuelve.

Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores y el resentimiento

 son como el vaso de agua. 

Si pensamos en ellos un rato, no pasa nada, pero si pensamos en ellos todo el 

día o más, acabaremos paralizados y enfermos porque:


 “La congoja abate el corazón del hombre” 

Proverbios 12:25


Sabemos que estamos viviendo tiempos muy

 difíciles, en donde las malas noticias abundan

 y el futuro se ve incierto, pero la Escritura nos dice: 


“No se preocupen por nada. 

Que sus peticiones sean conocidas delante de 

Dios en toda oración y ruego, con acción de 

gracias, y que la paz de Dios, que sobrepasa 

todo entendimiento, guarde sus corazones y 

sus pensamientos en Yeshúa Ha Mashiaj” 

Filipenses 4:6-7


En realidad, el Padre no nos quiere "preocupados",

 nos quiere "ocupados" en su obra.


 “Así que, no se preocupen por el día de

 mañana, porque el día de mañana traerá 

sus propias preocupaciones. 

¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!” 

Mateo 6:34  


Si nosotros somos fieles a su Palabra, él se
 encargará de todas nuestras necesidades.


“Así que no se preocupen ni se angustien por lo
 que han de comer, ni por lo que han de beber. 
Todo esto lo busca la gente de este mundo, 
pero el Padre sabe que ustedes 
tienen necesidad de estas cosas”
 Lucas 12:29-30

¡Es que parece que estamos en el final de los tiempos!


 ¡Así es!, y por lo mismo, eso nos debe “OCUPAR”, no preocupar.


 Estemos constantemente en oración, en obediencia, alerta y preparémonos…

pero no estemos angustiados ni temerosos porque nuestro Padre Eterno

 tiene el control de todas las cosas.


 El temor y la angustia no proceden de Él. 

Tenemos un Elohim de paz.

Hagamos lo que nos corresponde y dejemos nuestras cargas

 en manos del Todopoderoso.


“Descarguen en él todas sus angustias, 

porque él tiene cuidado de ustedes” 

1 Pedro 5:7


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