EL REY EZQUÍAS Y LA CELEBRACIÓN DE PÉSAJ.
Esta historia tiene que ver con el rey Ezequías, quien era el rey de Judá.
Recordemos que la nación de Israel ya tenía mucho tiempo de que había sido dividida
en 2 casas o reinos:
* La casa de Judá o reino del sur y
* La casa de Israel o reino de norte.
Cada reino tenía su propio rey. En cuanto al rey Ezequías, la Escritura nos dice:
“Él (Ezequías) hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, igual que su antepasado David”
2 Crónicas 29:2
Leyendo el capitulo 29 vemos que Ezequías vuelve abrir las puertas del Templo en Jerusalén,
convoca a los sacerdotes y a los levitas en sus oficios, quita todos los ídolos y vuelve
a convocar al pueblo para la celebración de la Fiesta de la Pascua "Pésaj".
Pero él hizo algo extra, ya que no solo invitó a los de su casa (Judá) sino
que hizo llegar la invitación a todo Israel:
“El rey Ezequías envió mensajes a todo Israel y Judá, y escribió cartas de invitación
a la GENTE DE EFRAÍN Y MANASÉS.
Les pidió a todos que vinieran al templo de YHVH en Jerusalén
para celebrar la Pascua de YHVH, Elohim de Israel”
2 Crónicas 30:1
El corazón del rey Ezequías ardía por agradar a YHVH, al grado que:
¡Invita también al reino del norte (Efraín y Manasés) a la celebración de Pésaj!
El rey Ezequías conocía muy bien la historia y sabía que en el pasado,
ambas casas, habían sido un solo pueblo: "Israel" que celebraba la pascua a YHVH.
“Por orden del rey se enviaron
mensajeros por todo ISRAEL Y JUDÁ con cartas que decían:
«Oh pueblo de Israel, vuélvanse a YHVH, Elohim de Abraham, de Isaac y de Israel,
para que Él se vuelva a los pocos de nosotros que hemos sobrevivido la conquista de los
reyes asirios. No sean ustedes como sus antepasados y parientes que abandonaron a YHVH,
Elohim de sus antepasados, y se convirtieron en objeto de desdén,
como ustedes mismos pueden ver. No sean tercos como fueron ellos,
sino sométanse a YHVH y vengan a su Templo que él mismo separó como santo para siempre.
Adoren a YHVH su Elohim, para que su ira feroz se aleje de ustedes.
Pues si ustedes se vuelven a YHVH, sus parientes y sus hijos serán tratados con compasión
por sus captores, y podrán regresar a esta tierra.
YHVH su Elohim es bondadoso y misericordioso. Si ustedes se vuelven a Él,
Él no seguirá apartando su rostro de ustedes»
2 Crónicas 30:6-9
PERO,
¿CUAL FUE LA RESPUESTA DE LA CASA DE ISRAEL (Reino del Norte)
CUANDO LES ERA LEÍDA LA INVITACIÓN A CELEBRAR LA FIESTA?
“Los mensajeros (del rey Ezequías) corrieron de ciudad en ciudad
por todo Efraín y Manasés
(Reino del norte) hasta el territorio de Zabulón; pero la MAYORÍA
DE LA GENTE simplemente SE REÍA de los mensajeros y SE BURLABA
de ellos”
2 Crónicas 30:10
Así como entonces, tal cual es hoy en día... Se repite la historia.
“¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será.
¿Qué es lo que ha sido hecho?
Lo mismo que se hará
y nada hay nuevo debajo del sol”
Ezequiel 1:9
Muchos de nuestros hermanos cristianos o familia y amigos cuando saben que hemos
empezado a guardar Toráh y a celebrar las Fiestas de nuestro Padre Celestial,
nos llaman judaizantes, caídos de la gracia, etc.
Muchos hemos sido objeto de risa o de desprecio por el hecho de haber regresado
a la obediencia de lo que está escrito en la Palabra.
Y tal como el rey Ezequías, arde nuestro corazón por festejar las fiestas de YHVH,
por lo que vamos con nuestros amados y les abrimos la Biblia para que vean lo que ahora
nosotros vemos, pero que antes tampoco veíamos, y los invitamos a venir a la obediencia de la Torah.
¿Pero, qué sucede?
Algunos nos escuchan sin interés, otros son honestos y nos rechazan sin pelos en la lengua
y otros a nuestras espaldas se ríen y se burlan igual que en aquel tiempo sucedía...
Pero vemos que siempre hay un remanente que escuchará el llamado:
“Sin embargo, algunos habitantes de Aser, Manasés y Zabulón
se humillaron y fueron a Jerusalén”
2 Crónicas 30:11
YHVH siempre tendrá un remanente. Nosotros ahora somos parte de ese remanente que
escucha y se humilla de corazón para hacer las cosas como el Padre quiere
y no como el mundo dice.
Tampoco nos cansemos de predicar y de dar testimonio CON AMOR a nuestros amados, pues nosotros también
estuvimos sin entendimiento y con corazones endurecidos, pero en la misericorda de
nuestro Padre Eterno, abrimos los ojos a la verdad de su Palabra.
No tomemos en cuenta las ofensas, sigamos con gozo y en obediencia.
Seamos pacientes con nuestros hermanos que quieren saber y que son nuevos y apenas están aprendiendo.
"Hermanos, si alguno de entre ustedes se ha extraviado de la verdad,
y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error
de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados"
Santiago 5:19-20