“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide YHVH tu Elohim de ti,
sino que temas a YHVH tu Elohim, que andes en todos sus caminos,
y que lo ames, y sirvas a YHVH tu Elohim con todo tu corazón
y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de YHVH y sus estatutos,
que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
Deut. 10:12-13
En hebreo “camino”
se dice
דרך Derek (StrongH 1870)
Para cualquier viajero, caminante o persona que requiere llegar a algún lugar
es muy importante estar en el camino correcto.
Cuando alguien está viajando en el desierto, es importante mantenerse
en el curso correcto, de otra manera, si se sale del camino, perderá las marcas de los guías,
los pastos verdes, el agua… y finalmente morirá.
En la Escritura estar en el camino
correcto es un asunto muy importante.
La palabra en hebreo para
“seguir en curso”
es
צדיק “Tsadic”
y la palabra para
“salirse de curso”
se dice
רשע
“Rashá”
"Tsadic"
que significa “mantenerse en curso" o "en el camino” se traduce
comúnmente como “justo”
Strong 6662 = “derecho, justo, recto”
"Rashá"
que significa “salirse del camino”, se traduce como
“malo”
Strong 7563 = “malvado, culpable, pecador,
perverso”
El que es “justo” se mantendrá en el “camino” siguiendo
las instrucciones del Padre, nuestro manual de vida,
el cual es la Toráh, pero el que es “malvado”
al no seguir las instrucciones del Padre, está perdido de las fuentes
de vida y su vida peligra.
“Manantial de vida es la boca del justo (Tsadyq), pero violencia cubrirá
la boca de los impíos (Rashá)”
Proverbios 10:11
Cuando alguien se da cuenta que está perdido (Rashá) su meta
debe ser “volver” al camino.
Esta idea se expresa con el verbo:
שוב “Shuv” Strong 7725 = “Volverse”
y que se nos traduce como “arrepentimiento”,
pero el significado realmente es:
"Regresar"
a la obediencia de los mandamientos (a la Toráh)
“Y tú volverás (shuv), y oirás la voz de YHVH, y pondrás por obra
todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy”
Deuteronomio
30:8
Yeshúa significa “salvador”, y él dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí”
Juan 14:6
Esto nos habla de su propósito. El dio su vida, su sangre, para que nosotros
pudiéramos Regresar “Shuv” al camino, a la Toráh, al pacto.
Y una vez de regreso, ya reconciliados con el Padre,
la única manera de mantenernos en el “camino”
seguirá siendo la "obediencia a los mandamientos"
guardando su instrucción, su voluntad:
"Su Toráh"
Juan 14:6
También nos habla de la naturaleza de Yeshúa
porque sabemos que solo guardando Toráh es la manera
de mantenernos en el “camino correcto”
que nos conduce a la vida, pero Yeshúa dijo
que Él es el camino…
Esto
también se confirma con el siguiente versículo:
“En el principio era la palabra, y la Palabra era con Elohim,
y la Palabra era Elohim. Este era en el principio con Elohim.
Todas las cosas por él fueron hechas,
y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”
Juan 1:1 -3
“Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros
(y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad”
Juan 1:14
Así que la misma palabra creadora que
creó los cielos y la tierra
y puso en orden todo nuestro mundo, es la misma palabra
que se hizo carne y habitó entre nosotros.
Podemos entender claramente que cuando nuestro
Mesías dice “yo soy el Camino” es porque él es esa “Palabra"
que tiene autoridad y está por sobre todas las cosas.
"porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre"
Salmos 138:2 LBLA
La palabra de YHVH (Toráh) fue hecha carne y es la que nos
trae de regreso al Padre.
Yeshúa también vino a darnos la interpretación correcta de la Toráh,
y la mejor manera de guardar los mandamientos del Padre,
es siguiendo sus
pisadas, su ejemplo.
“El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos,
el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
pero el que guarda su palabra,
en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado;
por esto sabemos que estamos en él.
El que dice que permanece en él,
debe andar como él anduvo”
1 juan 2:4-6
“El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará,
y vendremos a él, y haremos morada con él.
El que no me ama, no guarda mis palabras;
y la palabra que han oído no es mía,
sino del Padre que me envió”
Juan
14:23-24
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